Por iniciativa de sus hijos fue puesta en marcha la Fundación Profesor Dr. Rodolfo M. Perotti y quienes nos hemos comprometido a colaborar en esta tarea, compartimos la responsabilidad de lograr que se prolonguen en el tiempo los objetivos -que sin duda- han inspirado la creación de esta institución: rendir homenaje a los valores éticos y profesionales que legara a quienes conocimos bajo distintas circunstancias al Dr. Rodolfo M. Perotti y lograr que perduren los ideales que inspiraran tanto su vida como su obra.
Quienes nos acercamos al Dr. Perotti, por desarrollar tareas profesionales afines, somos concientes que fue un adelantado que supo anticipar para la avicultura un rol principal en la producción de alimentos e imaginó para la profesión veterinaria un papel trascendente en esta actividad.
Repasando sus conferencias o las clases con las que iniciaba el ciclo lectivo, encontraremos datos que lo alentaban a pensar en la producción avícola como una actividad destinada a paliar los problemas del hambre en el mundo, dejando ver el valor humano que distingue a quienes -a través de su actividad- tratan de llegar con sencillez a aportar soluciones prácticas a algo que siempre ha preocupado a la humanidad.
Provoca en nosotros verdadero placer recordar y repasar aquellos conceptos con los que trataba de establecer su fundada opinión sobre los orígenes de la gallina actual y sus esperanzas en el papel que le esperaba a la producción avícola en el aporte de proteínas, transmitiendo con verdadero espíritu docente su inquietud.
Tanto su desempeño profesional como el legado del Dr. Perotti han de constituir, con seguridad, motivo de legítimo orgullo para la profesión que eligió para desarrollar su fructífera tarea.
A quienes tuvimos la suerte de escuchar sus relatos sobre su actividad, iniciada en el Mercado Concentrador de Aves y Huevos de la Capital Federal, no nos cabe ninguna duda que fue el veterinario que inició y transitó el camino de la evolución de la avicultura industrial del país.
Más de 50 páginas reúnen los antecedentes del Dr. Perotti que reafirman el sentido que tuvo su vida: dedicarla enteramente a través de su pasión, que fue la producción avícola, a la generación de normas éticas, profesionales e intelectuales que, sin duda, nos brindaron la oportunidad de mejorar como personas a todos aquellos que estuvimos cerca de nuestro querido Profesor.
Siempre fue para él, un motivo de orgullo que sus discípulos extendieran su labor docente. Para corroborarlo, transcribiremos aquí un concepto de su puño y letra dedicado a dos de sus alumnos y discípulos, que ratifica sus condiciones de docente esperanzado y orgulloso de lo realizado:
“Con la Facultad, intenté mostrar mi campo inculto y pretendí sembrar una semilla. Esa semilla fructificó en Uds. con el amor, la inteligencia, el estudio y el sacrificio que le brindaron. Los frutos son magníficos, ¿qué más puede desear el sembrador?”.
